Empecemos este articulo con las siguientes premisas y pregunta: Hablo dos idiomas porque los aprendí en la escuela, porque crecí en un país con un idioma diferente al de mi idioma materno, porque mis abuelos hablan otro idioma y me crie con ellos, porque mi amigo (vecino, colega, etc.) me está enseñando y todos los días practicamos el idioma, porque sé cómo utilizar un diccionario; ¿eso me hace un traductor?
Ser un traductor no solo se trata de convertir las palabras de un idioma a otro, sino, se trata de conocer la cultura, la gramática, la ortografía, y otros métodos y técnicas de la traducción que se aprenden en institutos, universidades u otra entidad que entrene y certifique traductores.
¿Alguna vez se han encontrado con un letrero que no tiene significado alguno, que da risa, que no tiene ni pies ni cabeza y que quizás sea insultante? Si la respuesta es sí, esto quiere decir que una persona bilingüe lo tradujo, pero no un traductor. Los traductores son bilingües o políglotas, pero las personas bilingües o poliglotas no son traductores.
¿Como uno puede mejorar como traductor? Aquí compartimos 8 claves para que puedan ser traductores exitosos:
1. INFÓRMATE DE LOS TEMAS A TRADUCIR.
Supongamos que tu área de experiencia es en el campo legal, pero te llega un documento de traducción de negocios. Aunque ambos tengan algo en común, el lenguaje no es el mismo. Tienes dos opciones: entregar el documento a un experto en traducción de negocios o leer mucho, informarte como se desarrolla el lenguaje de negocios y utilizar la terminología correcta. Mientras más informado estés, más fácil y fluida será la traducción. Recuerda que el diccionario es solo una herramienta (20%), el resto eres tú (80%).
2. ESPECIALÍZATE EN UN GÉNERO DE TRADUCCIÓN
Así como en la escuela hay cursos que nos apasionan y otros que no queremos ni ver, en el campo de la traducción también existe lo mismo. Si te apasiona la medicina, hazte un experto en traducción médica; si te apasiona el derecho, sé un traductor legal; si lo tuyo es el deporte, entonces sé un traductor de deportes, provecha tu pasión para desarrollarte como traductor en ese campo. Si todavía no sabes qué tipo de traducción es la que más te gusta, experimenta con artículos que puedes encontrar en línea. Así encontrarás la especialización que sea a fin a ti.
3. UTILIZA CORRECTAMENTE LOS DICCIONARIOS IMPRESOS O VIRTUALES
Existen muchos diccionarios de idiomas y traductores robóticos que los puedes encontrar en una librería, biblioteca, tienda de segunda mano, el de alguien que te lo regaló y también por medio de buscadores de internet y más. Hay que tener mucho cuidado con ello, porque no todos los diccionarios son correctos. Antes de adquirir un diccionario, haz una pequeña investigación sobre el autor, la edición de publicación (si es muy antiguo no vas a encontrar términos modernos), si el diccionario está dirigido a tu localización de traducción (el español de España es diferente al español centroamericano que a su vez es diferente al español sudamericano). El diccionario te dará las palabras del idioma de origen al idioma destino, pero el sentido de la traducción lo das tú.
En el diccionario encontrarás varios significados para una palabra y te preguntarás ¿cuál utilizo?, la respuesta está en tu experiencia, tu conocimiento sobre el tema que estás traduciendo y tu comprensión del tema. Por eso es necesario leer mucho y empaparse con las terminologías en los idiomas de origen y destino.
Por ejemplo, no es lo mismo decir Auxilio (help - solicitando ayuda) que Auxilio (assistance- asistencia). En una terminología legal Auxilio se puede referir a la acción de un cómplice en un delito y en una terminología médica se puede referir al pedido de socorro de alguien.
4. NO TE FÍES DE UN TRADUCTOR ROBÓTICO
Los traductores robóticos o en línea son muy populares hoy en día. Algunos son gratis y fáciles de utilizar. Para traducir cosas simples, son perfectos; pero si tienes que traducir un documento sumamente importante, lo mejor es hacer una traducción utilizando las herramientas, métodos y técnicas aprendidas en una institución de formación de traductores. Como traductores, somos responsables del contenido de la traducción y también de la precisión o exactitud, que sea una traducción completa y verdadera del documento original. Estas cualidades de traducción no las ofrece un traductor robótico. Existen traductores virtuales que hacen un buen trabajo, como Trados para freelancers, pero nuevamente cabe recalcar que tu conocimiento y experiencia son las claves para traducir un documento con éxito.
5. REVISAR EL DOCUMENTO TRADUCIDO POR LO MENOS TRES VECES EN
DIFERENTES HORAS DEL DÍA
Una traducción, es como una obra de arte, es nuestro trabajo y esfuerzo utilizando herramientas, técnicas y métodos que nos ayudarán a obtener un resultado optimo. En mi experiencia como traductora, he aprendido a revisar las traducciones por lo menos tres veces en diferentes horas del día me ha ayudado mucho con la calidad del producto. ¿Por qué?, estar mucho tiempo en un solo documento, crea redundancia y la creatividad traductora se puede estancar y podemos cometer el error de utilizar palabras que no son adecuadas para el documento que estamos traduciendo. Cuando te encuentres cansado o aburrido de traducir el mismo tema, tómate un descanso, lee un tema que no tenga nada que ver con el tema de la traducción y cuando hayas quitado de tu mente el bloqueo, regresa a tu traducción y esta vez la verás de una manera diferente. También vas a notar errores de ortografía que se le pasó al corrector de Word, vas a poder revisar tranquilamente la gramática de contenido y el sentido del tema que se está traduciendo. Por eso, se recomienda que las traducciones sean hechas en un periodo de dos a tres días, este tiempo te dará la oportunidad de revisar el documento en diferentes horas o días para que puedas encontrar errores (si los hubiere), corroborar el sentido del tema, ver la exactitud y revisar el contenido cultural. Picasso no culminaba sus grandes obras de arte en una hora.
6. ASÓCIATE O CONTRATA A UNA PERSONA CORRECTORA DE TEXTOS PARA
QUE LEA TUS DOCUMENTOS TRADUCIDOS
Un corrector de textos es una persona que se encarga de corregir el estilo, también se encarga de leer y releer cada párrafo para corregir errores. No sólo debe controlar las faltas de ortografía (erratas), sino también la sintaxis y la semántica de cada oración, es decir asegurar que esté correctamente construida y que se entienda la idea que se quiere transmitir.
7. PRACTICA CONSTANTEMENTE COMPARANDO TEXTOS QUE YA HAN SIDO
PUBLICADOS EN LOS IDIOMAS DE ORIGEN Y DESTINO.
La práctica hace al maestro. (practice makes perfect) En Internet existen publicaciones que están escritas en diferentes idiomas. Por ejemplo, el libro de Harry Potter se ha traducido en más de 70 idiomas y la Biblia en más de 400 lenguas. Busca algún libro de tu preferencia en tu idioma natal y búscalo en el otro idioma que dominas. Traduce capítulo por capítulo. Allí te darás cuenta de cómo se seleccionan palabras para la audiencia a quien va dirigida y también la localización del texto traducido (“verlos” => “veros”).
8. CREA UN GLOSARIO DE TÉRMINOS QUE NO TIENEN TRADUCCIÓN LITERAL O
CONCEPTUAL DE ALGUNA PALABRA O FRASE
Crea un glosario personal con palabras u oraciones que no tienen traducción literal, pero a la que les das sentido según el contexto.
Por ejemplo, la frase: “Cría cuervos y te sacarán los ojos” si lo traducimos al inglés diríamos: “Raise crows and they will rip your eyes out” – Esto en inglés no tiene sentido, es más, se lee grotesco. Su traducción equivalente en inglés sería: “Don’t bite the hand that feeds you”. Ambas frases significan lo mismo, pero no tienen la misma traducción.
En Traducy, estamos para ayudarte. Si tienes alguna pregunta sobre nuestros servicios de traducción, llámanos al 385-977-8713 o envíanos un correo electrónico a contact@traducy.com
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